Guerras Púnicas
Se denomian Guerras Púnicas a los enfrentamientos militares entre los romanos y los cartagineses por el control del Mediterráneo. La I Guerra Púnica (264-241 a.n.e.) significó para Cartago la pérdida de Sicilia y Cerdeña, el desmembramiento de su sistema comercial en el Mediterraneo. Para compensar por estas pérdidas, los cartagineses decidieron colonizar nuevos territorios en la Península Ibérica. En el 237 a.n.e, Amilcar Barca desembarcó en Gadir (Cádiz) y en 5 años conquistó toda Andalucía y continuó hacia el Mediterráno donde su yerno Asdrúbal fundó Cartago Nova. Asdrúbal organizó administrativamente las tierras conquistadas, sentando las bases para un estado federal ibero-púnico, aprovechando las propias instituciones indígenas y vinculándose mediante lazos de matrimonio y hospitalidad a las élites dominantes indígenas.
Los movimientos de los cartagineses ponían en peligro el comercio marítimo en el Mediterráno. Además la riqueza mineral de la península Ibérica permitía financiar las empresas de Anibal, que llegó casi a las puertas de Roma. Así, la confrontación de las dos potencias cristalizó en la II Guerra Púnica, que tuvo dos frentes: Italia y la Península Ibérica. En 218 a.n.e. se produjo el desembarco romano en Emporion. En 209 a.n.e. la conquista romana de Cartago Nova. En 206 a.n.e. la dominación de Gadir y la expulsión de Anibal a África donde fue derrotado en 202 a.n.e. por Escipión el Africano.
Referencias:
http://www.artehistoria.jcyl.es/histesp/contextos/5731.htm